El Ejecutivo egipcio ha expresado su descontento hacia Etiopía por finalizar la construcción de la Gran Presa del Renacimiento Etíope (GERD) en el Nilo Azul «sin un acuerdo vinculante» con las naciones situadas más abajo en el curso del río, específicamente Sudán y Egipto, tras el anuncio del primer ministro etíope, Abiy Ahmed, de que las obras han concluido y que la estructura será inaugurada en septiembre.
«Etiopía ha adoptado estas medidas sin un acuerdo vinculante con los países río abajo y pese a las sustanciales preocupaciones expresadas por Egipto y Sudán», declaró Hani Seuilam, ministro de Recursos Hídricos de Egipto, acusando a Adís Abeba de infringir el Derecho Internacional con estas actividades.
Seuilam también señaló que Etiopía busca establecer un «dominio hídrico» y criticó la ausencia de un pacto sobre este asunto como evidencia de «la falta de voluntad política» del gobierno etíope, al que también acusó de «imponer hechos sobre el terreno» a pesar de sus expresiones de apertura hacia negociaciones.
Además, Seuilam reafirmó que Egipto continúa dispuesto a lograr un acuerdo político obligatorio que salvaguarde los intereses comunes de las tres naciones y evite perjuicios a los países situados río abajo. Sin embargo, Etiopía ha negado consistentemente estas afirmaciones, argumentando que la presa representa una chance para la cooperación, según reportó el periódico ‘Al Ahram’.
El jueves, Abiy anunció que la construcción de la GERD estaba «completada» y transmitió a Egipto y Sudán un «mensaje claro» de que la presa «no es una amenaza, sino una oportunidad compartida». «Es un símbolo de cooperación regional y beneficio mutuo. La energía y el desarrollo que generará pueden impulsar no sólo a Etiopía, sino a toda la región», afirmó.
Abiy continuó, «Etiopía sigue comprometida a garantizar que nuestro crecimiento no se produzca a expensas de nuestros hermanos y hermanas egipcios y sudaneses». «Creemos en el progreso compartido, la energía compartida y el agua compartida. La prosperidad para uno debe significar prosperidad para todos», agregó, reiterando que «Etiopía sigue dispuesta a colaborar de forma constructiva con los países aguas abajo».
Luego de alcanzar un principio de acuerdo en enero de 2020 sobre los puntos críticos de la disputa, Adís Abeba se retiró de las negociaciones antes de firmar el acuerdo, intensificando las tensiones con El Cairo y Jartum. Esto, junto con el conflicto en Sudán, ha incrementado las preocupaciones y ha suscitado temores sobre la posibilidad de un conflicto.
Desde ese momento, se han realizado varias rondas de diálogo para cerrar un pacto, en medio de acusaciones por parte de Egipto sobre la falta de compromiso de Etiopía para alcanzarlo y ante las advertencias de El Cairo ante lo que considera una amenaza existencial por su dependencia del agua del Nilo.










