Este jueves, el Gobierno liderado por Sébastian Lecornu ha logrado sobrevivir a la primera de las dos mociones de censura que ponían en riesgo su estabilidad, salvándose por un escaso margen de 18 votos. Este resultado ha resaltado el papel crucial del Partido Socialista, que tras una oferta del primer ministro para posponer la implementación de la reforma de las pensiones, optó por no apoyar la moción.
La moción, propuesta inicialmente por La Francia Insumisa (LFI), consiguió 271 votos a favor, sin alcanzar los 289 necesarios para derribar al Gobierno. La Agrupación Nacional, que promueve la segunda moción, se unió a este primer intento impulsado por la izquierda.
Antes de la votación, Lecornu hizo una distinción entre el ‘orden republicano’ y el ‘desorden’, solicitando un período de confianza prolongado. También advirtió a los partidos de la oposición sobre la premura de los plazos, destacando que ‘las elecciones presidenciales se celebrarán’ y que habrá tiempo para la campaña.
Desde el lado de la Agrupación Nacional, Marine Le Pen manifestó la ‘impaciencia creciente’ de su grupo por acudir a las urnas, mientras acusaba a los aliados del presidente Emmanuel Macron de intentar evitarlo. ‘Volveréis, con la cabeza gacha y el rostro abatido, con la vergüenza de quienes sólo ganaron tiempo’, declaró Le Pen, según informó la cadena BFM TV.
EL PAPEL DEL PARTIDO SOCIALISTA
Los socialistas, previamente inclinados a dar un voto de confianza a Lecornu tras su gesto sobre las pensiones, afirmaron por medio de su líder, Olivier Faure, que no apoyarían ninguna moción de censura ‘mientras se respete el Parlamento’. En caso contrario, y en especial sobre el tema de las pensiones, prometieron una censura ‘inmediata’, según palabras de Faure.
Por su parte, Mathilde Panot, portavoz de los diputados de LFI, criticó duramente al Partido Socialista por su negativa a unirse a las mociones y atacó directamente a su dirección. Desde la tribuna, instó a los diputados: ‘Rompan filas, no permitan que la dirección del Partido Socialista les arrastre a una alianza con el Gobierno de Macron’.