Al menos 22 personas han perdido la vida en la reciente escalada bélica entre Tailandia y Camboya. Según han detallado este jueves las autoridades de ambos países, del lado tailandés se contabilizan doce muertos —nueve militares y tres civiles—, mientras que en Camboya se han confirmado diez víctimas mortales, todas ellas civiles.
El portavoz del Ministerio de Defensa de Tailandia, Surasant Kongsiri, ha explicado en una comparecencia ante los medios, difundida por la oficina de prensa del Gobierno a través de Facebook, que “Nueve militares han muerto y más de 120 han resultado heridos”. Durante su intervención ha añadido que cerca de 200.000 residentes en las zonas limítrofes han tenido que ser desalojados de las localidades fronterizas afectadas por los combates.
En ese mismo anuncio, Kongsiri ha precisado que en estas áreas se ha implantado un toque de queda que regirá entre las 19.00 y las 5.00 (hora local), con el objetivo de limitar los movimientos de la población y reducir riesgos adicionales. También ha señalado que el Ministerio de Exteriores tailandés cuenta ya con un dispositivo preparado por si fuese preciso organizar la evacuación de ciudadanos tailandeses que viven actualmente en territorio camboyano.
De forma paralela, el Ministerio de Defensa de Camboya ha difundido en la misma red social un comunicado en el que confirma la muerte de diez civiles, entre ellos un menor, como consecuencia de “la agresión armada tailandesa”, que habría provocado además hasta 60 heridos. No obstante, el texto oficial no ofrece información sobre posibles bajas en las filas de su Ejército.
Nom Pen ha reclamado a Bangkok que ponga fin a las operaciones militares “de inmediato, retirando la fuerza del territorio soberano de Camboya y evitando acciones agresivas que amenazan la paz y la estabilidad en la región”. En esta misma línea, ha urgido a las autoridades tailandesas a que “obedezcan el acuerdo de alto el fuego”.
Ambas notas oficiales se han difundido pocas horas después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunciara que este jueves mantendrá una conversación telefónica con los líderes de Tailandia y Camboya para que “dejen de pelear”. Estas gestiones diplomáticas se producen en pleno repunte de las hostilidades, iniciadas el pasado 7 de diciembre, cuando las fuerzas tailandesas lanzaron una serie de ataques contra posiciones camboyanas en la frontera tras la muerte de un soldado tailandés presuntamente a manos de tropas camboyanas, una versión que ha sido rechazada por Nom Pen.










