El Primer Ministro de Perú, Ernesto Álvarez, ha declarado recientemente que “no es posible” llevar a cabo una intervención en la Embajada de México en Lima para detener a Betssy Chávez, ex primera ministra y actual asilada en dicha sede diplomática. Esta afirmación contradice al presidente José Jerí, quien había insinuado la posibilidad de dicha acción, mientras que Claudia Sheinbaum, presidenta de México, ha destacado que esto constituiría una violación del Derecho Internacional.
“No es posible tratar de sustraer del ámbito de la sede diplomática a una persona por más emotividad o por más que sea requerida por la Justicia peruana”, explicó Álvarez a la salida del Congreso, en palabras recogidas por la cadena RPP. Álvarez, quien también fue presidente del Tribunal Constitucional, junto con el canciller Hugo de Zela, resaltan su experiencia en diplomacia para sostener la inviabilidad de la intervención.
Estas declaraciones se producen después de que Jerí sugiriera que “si tiene que ingresarse a la Embajada mexicana, se hará”, postura previamente rechazada por De Zela. Álvarez aclara que las palabras del presidente reflejan el sentir de muchos peruanos frente al asilo otorgado a Chávez, quien es buscada por su participación en el intento de golpe de Estado de finales de 2022 liderado por el expresidente Pedro Castillo.
La situación se complica con las advertencias de Sheinbaum y el precedente de la detención del exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas. Además, Chávez enfrenta cinco meses de prisión preventiva y una orden de captura, mientras que la Fiscalía ha pedido 25 años de cárcel y su inhabilitación para cargos públicos por dos años y medio, acusándola de coautora de rebelión.
Por su parte, Castillo se encuentra detenido tras su fallido intento de disolver el Congreso y establecer un gobierno de excepción el 7 de diciembre de 2022, un acto que no obtuvo apoyo y llevó al Parlamento a respaldar una moción de censura en su contra.











