En un esfuerzo por controlar la inmigración irregular, el Gobierno de Estonia ha implementado nuevas estructuras en tres puntos clave de su frontera con Rusia. Estas medidas buscan prevenir la entrada de migrantes sin la documentación adecuada.
Este reforzamiento se originó tras un evento a finales de 2023, cuando se reportó que Rusia facilitó el acceso de 30 individuos sin los papeles necesarios para ingresar legalmente a Estonia, miembro de la UE y la OTAN.
Los puntos fronterizos de Narva, Koidula y Luhamaa han sido equipados con puertas y barricadas avanzadas, capaces de ser desplegadas rápidamente al detectar actividades sospechosas. Según reportes de ERR, la televisión pública estonia, estas instalaciones son parte del sistema de defensa fronteriza.
En respuesta a un incremento percibido en el flujo migratorio, que algunos consideran tiene motivaciones políticas, naciones como Finlandia también han fortalecido su vigilancia fronteriza con Rusia.
















