El ministro de Hacienda de Brasil, Fernando Haddad, comunicó que su reunión programada con Scott Bessent, secretario del Tesoro de Estados Unidos, prevista para este próximo miércoles, ha sido suspendida por influencia de la extrema derecha, apuntando específicamente al diputado Eduardo Bolsonaro como responsable. Durante el encuentro, se planeaba discutir sobre los aranceles que Washington ha impuesto a las importaciones procedentes de Brasil.
«La militancia antidiplomática de estas fuerzas de extrema derecha que colaboran con la Casa Blanca se enteró de mi conversación porque anuncié públicamente que me reuniría con Bessent el miércoles», declaró Haddad a la cadena Globo. Explicó que estas fuerzas trabajaron con asesores de Donald Trump y como resultado la reunión, que iba a ser virtual, fue cancelada. Haddad subrayó que en Brasil, a diferencia de otros países, existe una «fuerza política con voz propia en la vida pública y que está ejerciendo una especie de antidiplomacia», señalando directamente a Eduardo Bolsonaro, quien es investigado por supuestamente incitar a Washington contra el gobierno y el Tribunal Supremo de Brasil.
Haddad enfatizó que «Es imposible no relacionar una cosa con otra. Porque en este tipo de cosas no hay coincidencia», y mencionó que intentaron reprogramar la reunión con la oficina del secretario del Tesoro, sin obtener una solución.
EDUARDO BOLSONARO LO NIEGA, PERO DICE QUE IBA A SER «INÚTIL»
Por su parte, Eduardo Bolsonaro, a través de un comunicado en X por Paulo Figueiredo, negó controlar la agenda de Bessent, describiéndolo como «un profesional admirable, que cumple con las directrices determinadas por el presidente y preserva única y exclusivamente los intereses del pueblo estadounidense». Además, acusó a Haddad de culpar a otros por su incompetencia y a Lula de pronunciar «tonterías y agrava la crisis diplomática», argumentando que «hasta que Brasil no aborde» los motivos de Trump para los aranceles, «cualquier reunión será una mera puesta en escena y, por lo tanto, inútil».
Bolsonaro y Figueiredo también informaron que, el mismo día de la cita cancelada, viajarán a Washington para reunirse con autoridades estadounidenses, sugiriendo que Lula podría hacer lo mismo si priorizara la diplomacia y el interés nacional sobre su régimen.