El lunes, la Guardia Revolucionaria de Irán ha exigido venganza por el fallecimiento de Haizam Alí Tabatabai, segundo al mando en el grupo chií libanés Hezbolá, quien perdió la vida en un ataque aéreo realizado por Israel en Beirut, pese al cese al fuego vigente desde hace casi un año.
“El derecho del Eje de Resistencia y Hezbolá a vengar la sangre de los valiente combatientes del Islam es incuestionable. En el momento oportuno, una respuesta aplastante aguardará al agresor terrorista”, afirmó un comunicado publicado por Sepah News, afiliado a la Guardia Revolucionaria.
La Guardia también ha expresado su repudio absoluto a este acto, acusando a Israel de cometer “un flagrante crimen terrorista” y “cobarde”, en un contexto donde el alto el fuego ha sido “violado repetidamente” por Israel.
Además, ha criticado la “inacción” y el “silencio” de la comunidad internacional frente a estos actos, y ha censurado el apoyo de ciertos líderes belicistas en la Casa Blanca hacia acciones de terror.
El ataque en el barrio de Haret Hreik en Beirut dejó un saldo de cinco muertos, incluido Tabatabai, y 28 heridos, confirmó el Ministerio de Sanidad libanés. Tabatabai era considerado la mano derecha del secretario general de Hezbolá, Naim Qasem, y ocupaba un alto cargo militar en el grupo.
Israel ha justificado sus frecuentes bombardeos en Líbano, a pesar del alto al fuego establecido, alegando que apuntan a las actividades de Hezbolá y no constituyen una violación del acuerdo, aunque esto ha sido condenado tanto por Beirut como por Naciones Unidas.
El acuerdo de cese al fuego exigía la retirada de fuerzas tanto de Israel como de Hezbolá del sur de Líbano, pero Israel ha mantenido cinco emplazamientos militares dentro del país vecino, lo cual ha sido objeto de críticas tanto por las autoridades libanesas como por el grupo chií.











