António Guterres, secretario general de la ONU, ha hecho un llamado al Gobierno de transición de Siria y a sus líderes locales para que disminuyan las tensiones y restauren la paz después de los violentos conflictos ocurridos en la gobernación de Sueida, al sur del país, que han dejado un saldo de más de 200 fallecidos hasta ahora.
«Insta a las autoridades interinas y a los líderes locales a reducir inmediatamente la tensión, proteger a la población civil, restablecer la calma y, por supuesto, prevenir nuevas incitaciones. Insta además a las autoridades interinas a investigar de forma transparente y abierta, y a exigir rendición de cuentas a los responsables», declaró Stéphane Dujarric, portavoz de Guterres.
Guterres expresó su «profunda preocupación por la continua violencia» en Sueida, que «ha causado decenas de víctimas, incluso entre la población civil» y mencionó su inquietud por «los informes sobre asesinatos arbitrarios de civiles, incitación sectaria y saqueo de la propiedad privada».
«Condena toda violencia contra población civil, especialmente los actos que exacerben las tensiones sectarias», enfatizó, al tiempo que criticó los bombardeos de Israel en Siria. Por ello, hizo un llamado a Israel para que «abstenerse de violar la independencia, la soberanía y la integridad territorial de Siria».
La Comisión Internacional Independiente de Investigación sobre Siria, creada en 2011 para indagar todas las presuntas infracciones de Derechos Humanos, subrayó «que es responsabilidad del Gobierno interino garantizar el respeto, la protección y el cumplimiento de Derechos Humanos de toda su población, sin ninguna forma de discriminación».
«Los civiles que intentan huir deben recibir protección y se les debe garantizar un tránsito seguro y acceso a la ayuda humanitaria», remarcó, antes de pedir a todas las partes que cesen la violencia y disminuyan la tensión a través del diálogo.
La comisión también advirtió sobre el riesgo de que intervenciones de terceros Estados puedan empeorar el conflicto y anunció que está investigando presuntas infracciones y abusos contra el Derecho Internacional Humanitario relacionados con estos eventos, y presentará un informe al respecto.
Las autoridades que tomaron el poder tras la caída del régimen de Bashar al Assad en diciembre de 2024 debido a un ataque de yihadistas y rebeldes liderados por Hayat Tahrir al Sham (HTS) han enfrentado varios problemas de seguridad, incluidos conflictos sectarios, a pesar de las promesas de Ahmed al Shara –anteriormente conocido como Abú Mohamed al Golani–, el nuevo presidente de transición y antiguo líder de HTS, para estabilizar la situación.
















