La organización de derechos humanos, Human Rights Watch (HRW), ha hecho un llamado este jueves a los países participantes en la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), que se celebra en Malasia, para que descarten el proyecto de elecciones propuesto por la junta militar de Birmania en un contexto de ‘represión y ataques ilegales’.
‘La junta de Birmania no ha demostrado ni la intención ni la capacidad de llevar a cabo unos comicios que siquiera se acerquen a los estándares internacionales’, declaró John Sifton, director de incidencia política en Asia de HRW. ‘La represión y los ataques ilegales han generado un ambiente de temor que obstaculiza la realización de elecciones auténticas, y mucho menos de una votación libre y justa’, añadió.
HRW ha criticado que la junta, cuyo ejército ha realizado ‘crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra’, así como la detención arbitraria de políticos de la oposición y la supresión y criminalización de partidos políticos opositores, promulgó recientemente una normativa que penaliza cualquier crítica a las elecciones, impidiendo hablar, organizarse o protestar si ‘interrumpe cualquier parte del proceso electoral’.
Además, Human Rights Watch ha remarcado que, con gran parte de Birmania fuera del control del ejército y en manos de facciones armadas opositoras, la junta no podría llevar a cabo elecciones en la mayoría de los municipios del país.
‘La ASEAN y sus socios deben rechazar de forma rotunda la posibilidad de que se puedan realizar elecciones libres y justas en Birmania y abstenerse de apoyarlas de cualquier forma’, enfatizó Sifton, quien también ha instado a más gobiernos a ‘señalar que, si se celebran elecciones, los supuestos resultados no se considerarán creíbles’.
HRW también ha mostrado su preocupación por cómo la última decisión de la junta militar, que este martes prohibió la realización de actos y mítines de campaña fuera de los espacios autorizados por las autoridades militares, podría afectar el desarrollo de los comicios.
A finales de septiembre, la enviada especial del secretario general de la ONU a Birmania, Julie Bishop, mencionó el ‘riesgo significativo’ de que los comicios previstos para el 28 de diciembre ‘incrementen la resistencia, las protestas y la violencia y debiliten aún más el ya frágil estado del país’.