Este miércoles, la organización Human Rights Watch (HRW) ha señalado al grupo insurgente Movimiento 23 Marzo (M23), apoyado por Ruanda, por la ejecución sumaria de alrededor de 140 civiles, en su mayoría pertenecientes a la etnia hutu, en distintos lugares del este de la República Democrática del Congo, incluso durante un proceso de paz orquestado por Estados Unidos y Qatar para resolver el conflicto.
Según HRW, del 10 al 30 de julio, los miembros del M23 asesinaron a residentes y agricultores locales, incluyendo mujeres y niños, en poblados de Rutshuru, en la provincia de Kivu Norte. Testimonios, así como fuentes de la ONU y militares, indican que el Ejército de Ruanda también tomó parte en estas operaciones.
Clémentine de Montjoye, investigadora de HRW para los Grandes Lagos africanos, declaró que, «a menos que los responsables de estos crímenes de guerra, incluso en las más altas esferas, sean investigados y castigados adecuadamente, estas atrocidades no harán más que intensificarse».
«Las masacres del M23 ponen claramente de manifiesto la brecha que existe entre la retórica en el escenario internacional y la realidad de la población civil en el este de RDC. Los gobiernos que buscan acuerdos de paz siguen sujetos a los leyes de la guerra, y los responsables de crímenes de guerra deben ser investigados», añadió Montjoye.
HRW entrevistó a 36 personas, la mayoría testigos, además de activistas locales, personal médico, militar y de Naciones Unidas, entre otras fuentes informadas. También revisó vídeos y fotografías, consultó con expertos forenses y corroboró los testimonios con mapas e imágenes satelitales.
Aunque se documentaron 141 víctimas mortales, HRW advirtió que informes confiables sugieren que el número de fallecidos en ataques del M23 desde julio en Rutshuru podría exceder los 300, marcando «una de las peores atrocidades cometidas» desde que los rebeldes retomaron las armas a finales de 2021.
En julio, el gobierno de Congo y el M23 firmaron en Qatar una declaración de principios comprometiéndose a cesar los enfrentamientos y a negociar, tras un acuerdo de paz mediado por Estados Unidos entre las autoridades de RDC y Ruanda. Los términos del acuerdo preveían negociaciones formales antes del 8 de agosto, con un acuerdo final previsto para antes del 18 de agosto, aunque aún no se ha concretado.