Este viernes, las autoridades israelíes han confirmado que los 470 activistas de la Global Sumud Flotilla, que fue interceptada en aguas internacionales mientras se dirigía a Gaza, han completado un “proceso de inspección” después de ser trasladados al puerto de Asdod. Este procedimiento es el paso previo a su deportación prevista.
Según ha declarado la Policía de Israel, estos activistas están siendo procesados por la Autoridad de Población y Migración y el Servicio de Prisiones del país, en un operativo que ha movilizado a más de 600 agentes. La información fue difundida por el periódico ‘The Times of Israel’.
La flotilla, compuesta por 41 embarcaciones, fue detenida entre la noche del miércoles y el jueves. Un barco adicional todavía se dirige hacia Gaza, y las autoridades israelíes han advertido que también será interceptado si se aproxima a la zona de exclusión establecida frente a las costas del territorio palestino.
El Ministerio de Exteriores de Israel anunció que ningún barco ha conseguido cruzar el “bloqueo naval” que el Ejército ha impuesto sobre Gaza, asegurando que todos los activistas serán deportados a Europa. “La provocación ha terminado”, afirmaron desde el ministerio.
Por otro lado, la Global Sumud Flotilla, que llevaba ayuda humanitaria a Gaza, ha denunciado lo que considera “un ataque ilegal contra activistas desarmados” y ha reivindicado la “desobediencia civil para desafiar la normalidad genocida”, en respuesta a los ataques israelíes contra Gaza tras los incidentes del 7 de octubre de 2023 liderados por Hamás.
La ofensiva israelí en la Franja ha causado, según las autoridades de Gaza, más de 66.200 muertes palestinas, incluyendo 455 personas, de las cuales 151 son niños, afectadas por hambre y desnutrición. Estos acontecimientos han generado una oleada de críticas internacionales, especialmente por el bloqueo a la entrega de ayuda, que ha provocado que el norte de Gaza sea considerado zona de hambruna.