Abbas Araqchi, ministro de Exteriores de Irán, comunicó que el pacto firmado en Egipto con el Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA) en septiembre “se considera oficialmente finalizado”. Esta declaración surge como respuesta a la resolución emitida por la Junta de Gobernadores del OIEA, que exige a Irán que informe “sin más retrasos” acerca del estado del uranio enriquecido que posee y sobre las instalaciones nucleares que fueron atacadas durante el ataque de junio por parte de Israel, con posterior apoyo de Estados Unidos.
El acuerdo, que tenía como objetivo reiniciar parcialmente la cooperación después de dicho ataque, ha sido terminado a raíz de la resolución, que Araqchi califica de “ilegal y políticamente motivada”. Esta posición ya ha sido comunicada a Rafael Grossi, director general del OIEA, según reporta la agencia Tasnim de Irán.
Araqchi también criticó la resolución de la Junta de Gobernadores por ignorar la “buena voluntad” de Teherán y por “socavar la credibilidad e independencia” del OIEA. Según el ministro, el acuerdo de El Cairo ha perdido “su base práctica” tras la activación del ‘snapback’ por el E3 —Reino Unido, Francia y Alemania— que busca reinstaurar las sanciones de la ONU suspendidas tras el acuerdo nuclear de 2015.
La resolución exige a Irán que “cumpla totalmente y sin más retrasos con sus obligaciones legales bajo las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y extienda una cooperación total y rápida con el OIEA”, incluyendo detalles sobre sus reservas de uranio y el acceso de los inspectores a estas áreas.
Finalmente, se insta a Irán a que “actúe estrictamente en línea con las cláusulas del Protocolo Adicional firmado el 18 de diciembre de 2003 y que aplique totalmente y sin retrasos esta medida”, mientras se vuelve a incluir en la agenda el tema sobre la aplicación por parte de Irán del Acuerdo de Salvaguardas y las cláusulas relevantes de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.











