Este martes, el Ministerio de Exteriores de Israel ha calificado como «una recompensa» para el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) la declaración del primer ministro británico, Keir Starmer, sobre su intención de reconocer al Estado de Palestina si Israel no cumple con ciertas demandas, incluyendo un alto el fuego.
«El cambio de posición del Gobierno británico en este momento, a raíz de la acción francesa y de las presiones políticas internas, constituye una recompensa para Hamás y perjudica los esfuerzos por lograr un alto el fuego en Gaza y un marco para la liberación de los rehenes», señaló el ministerio en un comunicado.
Por otro lado, Yair Lapid, líder de la oposición israelí, criticó la gestión de Benjamin Netanyahu, describiéndola como un paso de «la guerra justa mundial al desastre diplomático». «Un fracaso tras otro. Un primer ministro desaparecido de la escena política, un ministro de Exteriores inútil y ministros que ponen en peligro a los militares del Ejército cada vez que hablan», argumentó Lapid.
Estos desarrollos ocurren después de que Starmer amenazara con reconocer a Palestina durante la Asamblea General de Naciones Unidas en septiembre, si Israel no «pone fin a la terrible situación» humanitaria en Gaza, «acordar un alto el fuego y «comprometerse con una paz sostenible a largo plazo» bajo la solución de dos estados.
Adicionalmente, el presidente francés, Emmanuel Macron, confirmó que Francia reconocerá a Palestina como Estado en septiembre en la Asamblea General de la ONU, «fiel a su compromiso histórico con una paz justa y duradera en Oriente Próximo», una decisión que sigue los pasos de otros países occidentales como España. Tras este anuncio, más de 200 diputados conservadores y laboristas instaron a Starmer a seguir el ejemplo de Francia.