Recientemente, el Ejército de Israel ha ejecutado una serie de ataques en diversas localidades de la región de Becá y en el sur de Líbano, los cuales han sido justificados como acciones dirigidas contra objetivos de Hezbolá.
‘Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) atacaron recientemente varios emplazamientos militares, infraestructuras de almacenamiento y producción de armas estratégicas y una base de lanzamiento de cohetes pertenecientes a la organización terrorista Hezbolá en la región de Becá y el sur de Líbano’, comunicaron desde su perfil en la red social X, sin proporcionar más información.
Según la agencia de noticias libanesa NNA, un ‘helicóptero israelí’ bombardeó Marun al Ras, en el distrito de Bint Jbeil (sur), y también se reportaron disparos de ‘ametralladoras desde su posición recién establecida de Tallet al Hamams, hacia la llanura de Marjayún’ (sureste).
El periódico libanés ‘L’Orient-Le Jour’ reportó que el Ejército israelí también ha apuntado a los municipios de Bodai y Flaui, en la gobernación de Baalbek, al este de Líbano, además de las cercanías de Nabi Chit, cerca de la frontera sirio-libanesa. En el sur de esta frontera, las tropas israelíes atacaron Kfar Kila, mientras que en la región meridional alcanzaron el distrito de Sidón y las afueras de Burj Rahhal, en el distrito de Tiro.
Hasta ahora, las autoridades libanesas no han informado de víctimas mortales, aunque ‘L’Orient-Le Jour’ mencionó que dos miembros de los equipos de emergencia resultaron heridos en el sur al accidentarse su ambulancia en ruta a uno de los sitios atacados.
Israel sostiene que estos ataques son respuestas a actividades de Hezbolá y que no vulneran el alto el fuego acordado en noviembre, a pesar de las críticas de Beirut y las condenas de la ONU. El acuerdo requería la retirada de fuerzas tanto de Israel como de Hezbolá del sur de Líbano, pero Israel ha mantenido cinco bases en territorio libanés, provocando críticas de las autoridades libanesas y de Hezbolá, quienes exigen el cese de este despliegue.