Desde Israel, el vicepresidente estadounidense JD Vance ha hecho un llamamiento al Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) para que entregue sus armas, comprometiéndose a ofrecer “algún tipo de clemencia” a los combatientes del grupo en el marco de un acuerdo con las autoridades israelíes.
“Una semana después de la puesta en marcha del ambicioso plan para Oriente Próximo liderado por el presidente Donald Trump, las cosas están avanzando mejor de lo previsto”, declaró Vance en una conferencia de prensa. Vance se encuentra en Israel para encontrarse con el primer ministro, Benjamin Netanyahu, el próximo miércoles.
El vicepresidente destacó que los elementos del acuerdo son claros y cuentan con el respaldo no solo de Israel, sino también de aliados clave, y subrayó la necesidad de que Hamás se desarme y actúe adecuadamente. “Esto llevará tiempo, pero confío en que podamos alcanzar un estado de paz duradera”, agregó.
Además, Vance advirtió que si Hamás no colabora, “será eliminado”. Anunció también la creación de un centro cívico-militar para supervisar el cumplimiento del alto el fuego, coordinado por Estados Unidos e Israel. “Desde este centro, podemos ver a estadounidenses e israelíes trabajando juntos para reconstruir Gaza y fomentar una paz perdurable”, afirmó junto a Steve Witkoff, enviado especial de EE.UU., y Jared Kushner, asesor y yerno de Trump.
Vance también recalcó que resolver el conflicto “toma tiempo” y agradeció la colaboración de Israel y otros países del golfo Pérsico, así como de Turquía e Indonesia. Sin embargo, criticó a los medios de comunicación occidentales por su enfoque negativo cada vez que ocurre un incidente violento, insistiendo en que “no es el fin, sino una parte del proceso cuando hay un odio arraigado y prolongado, aunque está progresando bien”.