El jefe del ejecutivo portugués, Luís Montenegro, declaró el martes que comprende la frustración de quienes han sido afectados por los incendios forestales, aunque ha reiterado que su administración «está haciendo todo lo posible» para aliviar los daños provocados por las llamas que devastan el territorio.
«Entendemos que quienes se han enfrentado a este drama a veces puedan mostrar signos de indignación; es normal, pero lo cierto es que todos estamos haciendo lo mejor que podemos, todos queremos y seguiremos haciendo lo mejor que podamos», expresó en un comunicado transmitido por la agencia de noticias Lusa.
Además, Montenegro afirmó que su equipo está «dando todo» lo que tiene «que dar». «Estamos haciendo un esfuerzo enorme y lo seguiremos haciendo», añadió, destacando el «espíritu de unidad y solidaridad» presente «para evitar pérdidas, para disminuir el impacto negativo».
Estas declaraciones se producen después de las críticas del alcalde de Vila Real (norte), Alexandre Favaios, sobre el incendio iniciado el 2 de agosto en Sirarelhos, que ha estado consumiendo el municipio «a fuego lento» durante once días.
«(Los voluntarios) están realmente agotados, considerando la magnitud de este incendio. (…) Quienes puedan poner fin a esta situación, por favor, ayudénnos. No sé qué más puedo hacer en este momento, a parte de este llamamiento: que se ponga personal sobre el terreno para relevar a estos operarios», declaró Favaios.
Horas antes, el Gobierno portugués decidió prorrogar el estado de alerta por 48 horas adicionales, hasta las 23.59 horas (hora local) del viernes, ante un pronóstico meteorológico de altas temperaturas y condiciones secas, aumentando así el riesgo de más incendios forestales.














