Este viernes, las autoridades libanesas han reportado la muerte de cuatro personas en los asaltos realizados el jueves por las tropas israelíes sobre ‘objetivos’ en el valle de la Becaá, ubicado al este del país, y en regiones del sur. Estos bombardeos tuvieron lugar pese a un acuerdo previo de cese al fuego establecido a finales de 2024.
El Ministerio de Sanidad de Líbano ha verificado esta cifra de víctimas mortales, mientras que el grupo Hezbolá ha precisado que las víctimas eran milicianos, identificados como Hasán Ghamluch, Alí Hammud, Nassif Bahja y Hasán Horchi, de acuerdo con lo reportado por el periódico ‘L’Orient-Le Jour’.
Hezbolá ha señalado además que estos individuos son ahora considerados ‘mártires’, luego de fallecer por las heridas causadas en los ataques del Ejército de Israel, el cual ha afirmado haber golpeado ‘infraestructura utilizada para almacenar armas estratégicas’, incluyendo el ‘mayor misil de precisión’ del grupo miliciano.
Las fuerzas de Israel, por su parte, no han proporcionado detalles específicos sobre los sitios exactos de estos ataques, pero han destacado que ‘entre las infraestructuras atacadas se encontraban algunas utilizadas para la producción de explosivos y el desarrollo de armas por parte de la organización terrorista Hezbolá’.
Las autoridades israelíes sostienen que estos ataques son una respuesta a las actividades de Hezbolá y que no contravienen el acuerdo de alto al fuego pactado en noviembre. Sin embargo, tanto el gobierno de Beirut como el grupo chií han criticado estas acciones, que también han sido censuradas por Naciones Unidas por afectar negativamente la estabilidad de Líbano.