En la conmemoración del segundo aniversario de los ataques de Hamás del 7 de octubre de 2003, los líderes europeos han reiterado su apoyo a la paz y han exigido conjuntamente la liberación de los rehenes aún retenidos en la Franja de Gaza, que ascienden a 48, incluyendo fallecidos, de los más de 200 secuestrados inicialmente.
“Dos años después del horror inefable del terrorismo de Hamás, el dolor sigue vivo”, enfatizó Emmanuel Macron, presidente de Francia, recordando en redes sociales a los 51 ciudadanos franceses fallecidos en esos atentados. Macron ha manifestado la ‘angustia’ de las familias que todavía esperan reunirse con sus seres queridos y ha urgido la liberación inmediata de todos los cautivos y un cese al fuego para facilitar el avance hacia la paz, sin mencionar directamente el último plan de paz del presidente estadounidense, Donald Trump.
Por su parte, Giorgia Meloni, primera ministra italiana, ha destacado la oportunidad que representa el plan de Trump para ‘poner fin a la guerra’. Meloni ha hecho un llamado a no desaprovechar esta ‘oportunidad’, que incluye no solo la liberación de los rehenes sino también el avance hacia ‘un marco de paz y seguridad’ en la región. Además, ha criticado que ‘la respuesta militar de Israel ha superado cualquier principio de proporcionalidad y se está cobrando demasiadas vidas inocentes entre la población civil de Gaza’.
Keir Starmer, primer ministro británico, ha descrito los ataques como ‘el peor ataque contra el pueblo judío desde el Holocausto’. Ha reafirmado su compromiso con la liberación de los rehenes y con el refuerzo de la ayuda humanitaria a Gaza, esperando un alto el fuego que permita una ‘paz justa y duradera’ y la solución de dos Estados. ‘Un Israel seguro junto a un Estado palestino viable’, resumió. Además, ha mencionado el reciente ataque a una sinagoga en Mánchester como prueba del creciente antisemitismo, preocupación que comparte con el canciller de Alemania, quien ha alertado sobre ‘una nueva ola de antisemitismo’ en su país desde el 7 de octubre de 2023.
El canciller alemán ha advertido que este fenómeno es ‘cada vez más fuerte y descarado’ y potencialmente violento, instando a los ciudadanos a brindar apoyo a la comunidad judía para que puedan vivir ‘sin miedo’ y ‘con confianza’. También ha reiterado la necesidad de liberar a los rehenes, manifestando ‘grandes esperanzas en el proceso de paz’.