El Movimiento 23 de Marzo (M23) ha lanzado una acusación este miércoles contra las fuerzas armadas de la República Democrática del Congo (RDC), alegando que han efectuado “intensos bombardeos” sobre “zonas densamente pobladas” solo horas después de que el martes se firmase un acuerdo para establecer un mecanismo de seguimiento y verificación de la tregua acordada en julio en Doha. Hasta el momento, no ha habido declaraciones oficiales por parte de Kinshasa.
Lawrence Kanyuka, portavoz de la Alianza Río Congo (AFC), encabezada por el M23, ha expresado en un comunicado en su cuenta de X que “las fuerzas coaligadas del régimen de Kinshasa lanzaron intentos bombardeos contra zonas densamente pobladas y posiciones (del grupo) en las provincias de Kivu Norte y Kivu Sur”. Según él, estos ataques incluyeron el uso de drones y aviones de combate Sukhoi-25, y se complementaron con “ataques terrestres contra múltiples posiciones, principalmente en Kadasomwa, Lumbishi y Kasake”.
“Estas acciones agresivas y deliberadas demuestran al mundo que el régimen de Kinshasa ha decidido abandonar el proceso de paz”, afirmó Kanyuka. También destacó la situación de los civiles, quienes según sus palabras, “son atacados de forma deliberada”, aunque todavía no se dispone de un balance de víctimas.
Kanyuka ha pedido a los observadores que “tomen nota de esta nueva violación del proceso de paz” y ha subrayado que la AFC y el M23 “están hombro con hombro con la población civil y reiteran su compromiso inquebrantable a la hora de defender y proteger al pueblo congoleño con todos los medios necesarios”.
Tras los enfrentamientos del martes, en los que el M23 se enfrentó a milicias locales alineadas con el Gobierno, conocidas como Wazalendo, el portal Actualité reporta una calma relativa en el territorio de Masisi. El Gobierno de RDC, por su parte, no ha emitido comentarios sobre estos incidentes.
El acuerdo firmado el martes en Doha para crear un organismo de supervisión del alto el fuego es un paso más en el proceso diplomático iniciado este año, que incluye también una declaración de principios firmada en abril entre RDC y Ruanda y un acuerdo bilateral del 27 de junio, mediado por Estados Unidos. Kanyuka ha calificado este acuerdo como un “avance significativo” y ha expresado su esperanza de que “este acuerdo ponga fin a los reiterados ataques por parte de las fuerzas coaligadas del régimen de Kinshasa contra la población civil”.