El mandatario francés, Emmanuel Macron, ha calificado el hurto de diversas joyas de la época de Napoleón Bonaparte y Josefina, que tuvo lugar este domingo en el Museo del Louvre, como “un ataque a un patrimonio que apreciamos porque es nuestra historia”, y ha prometido que se recuperarán. Macron también ha mencionado un nuevo esquema de seguridad que “garantizará la preservación” de los tesoros custodiados en esta institución.
“El robo cometido en el Louvre es un ataque a un patrimonio que apreciamos porque es nuestra historia”, declaró Macron en la red social X. “Recuperaremos las obras y los responsables serán llevados ante la justicia”, enfatizó, añadiendo que “se está haciendo todo lo posible, en todas partes, para lograrlo, bajo la dirección de la fiscalía de París”.
El presidente también resaltó que el plan ‘Louvre Nouvelle Renaissance’ (Nuevo Renacimiento), iniciado en enero, incorpora medidas de seguridad mejoradas. “Garantizará la preservación y protección de lo que constituye nuestra memoria y nuestra cultura”, subrayó.
La fiscal Laure Beccuau informó a BFM TV que se busca a un “comando” de cuatro individuos. Según ‘Le Figaro’, entre las 09:30 y las 09:40, un grupo de personas llegó en motocicleta y utilizó un montacargas para entrar a la Galería de Apolo, en el primer piso del museo, donde se encontraban las joyas. Posteriormente, emplearon sierras pequeñas para romper los cristales y sustraer los objetos antes de huir.
El Ministerio de Cultura mencionó que las joyas sustraídas son de “bajo valor” e incluyen artículos como tiaras y collares de las reinas María Amelia y Hortensia, así como otros elementos de valor histórico. Aunque se encontró dañada la corona de la emperatriz Eugenia cerca del museo, el famoso diamante Regente, de más de 140 quilates, no fue sustraído.