En los últimos días, Marruecos ha sido escenario de importantes protestas, lideradas principalmente por jóvenes de la generación Z, que demandan al Gobierno reformas sustanciales en educación y sanidad. Estas protestas han tenido lugar en múltiples ciudades y han escalado hasta enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, resultando en la detención de numerosos manifestantes.
Convocadas por GenZ 212 y Morocco Youth Voice, las protestas han congregado a miles en ciudades como Rabat, Casablanca y Marrakech. Los manifestantes critican la inversión gubernamental en eventos deportivos, como la preparación para el Mundial de Fútbol de 2030, mientras los servicios básicos permanecen deficiencias. Durante las manifestaciones, se han escuchado eslóganes que cuestionan la priorización de estadios en detrimento de infraestructuras sanitarias más necesarias.
Las reivindicaciones también abordan la elevada tasa de desempleo y las condiciones precarias del mercado laboral, especialmente para los jóvenes, que enfrentan un desempleo del 36,7% hasta los 24 años, alcanzando el 48,4% en áreas urbanas. Además, se exigen medidas contra el aumento del coste de vida y mejoras en los derechos humanos y la justicia social.
El Gobierno, por su parte, ha mostrado una postura abierta al diálogo, aunque las acciones concretas aún son vistas como insuficientes por los manifestantes. Las movilizaciones han recibido apoyo de figuras públicas y han sido comparadas con protestas similares en otros países que resultaron en cambios políticos significativos.