Médicos Sin Fronteras (MSF) ha solicitado este martes a la comunidad internacional acabar con el ‘genocidio’ que está teniendo lugar en la Franja de Gaza, un término que ha dicho ‘no utilizar a la ligera’, y ha hecho hincapié en que ‘los médicos no pueden pararlo, pero los líderes mundiales sí’.
Raquel González, coordinadora de MSF en España, durante una rueda de prensa en Madrid, ha indicado que son los líderes internacionales los que ‘tienen la capacidad y la responsabilidad’ de frenar la ‘masacre’ que el Ejército israelí está infligiendo a la población civil: ‘son quienes tienen que actuar con la máxima contundencia’.
‘Lo que se está viviendo en la Franja es una limpieza étnica y un desmantelamiento casi absoluto del sistema sanitario’, ha afirmado, al tiempo que ha apuntado a la connivencia de ‘aliados como Estados Unidos o la Unión Europea’. ‘Durante estos casi dos años, las autoridades israelíes han sido responsables de cometer asesinatos en masa y desplazamientos forzosos. Esto no es una catástrofe humanitaria, es una aniquilación sistemática de un pueblo entero’, ha lamentado.
Por ello, ha señalado que son los Estados los que ‘tienen que utilizar su influencia y poder para lograr un alto el fuego, levantar el asedio y garantizar que las autoridades israelíes permitan la entrada de ayuda humanitaria de forma masiva, independiente y sin restricciones de ningún tipo’. ‘Hay que proteger las instalaciones médicas y a los sanitarios’, ha puntualizado.
González ha lamentado la reciente suspensión de las actividades de MSF en la ciudad de Gaza a medida que se recrudece la ofensiva de las fuerzas israelíes y ha recordado que son trece los trabajadores humanitarios de la organización los que han fallecido en el enclave palestino desde que comenzó una ofensiva que ha dejado ya más de 66.000 muertos y casi 170.000 heridos.
En este sentido, ha aplaudido las medidas adoptadas por el Gobierno español, las cuales considera ‘pasos positivos’, aunque ha matizado que ‘dada la gravedad de las acciones del Gobierno israelí, se requiere un liderazgo mucho más firme’.
‘España tiene también la responsabilidad y el deber de poner en marcha todas las medidas a su alcance para detener el genocidio y utilizar su influencia política en los foros internacionales para presionar a otros gobiernos para que actúen con la máxima decisión y contundencia a nivel político, diplomático y económico’, ha sostenido.