El primer ministro moldavo, Dorin Recean, ha acusado este miércoles a Rusia de buscar «tomar el poder en Chisináu», justo antes de las elecciones parlamentarias de este domingo, que se ven sometidas a una fuerte influencia de Moscú según las fuerzas proeuropeas. «El objetivo de Rusia es tomar el poder en Chisináu, violando la voluntad soberana de los moldavos», declaró Recean durante una conferencia de prensa, donde también alertó sobre los esfuerzos para contrarrestar «el plan de ocupación ruso», tal como informó el periódico local ‘Jurnal’.
Recean ha destacado que la tensión ha ido en aumento y son más notorias «las acciones subversivas» provenientes de Moscú. Este lunes, la Policía arrestó a más de 70 individuos en una operación que investiga la supuesta implicación de Rusia en disturbios potenciales, dependiendo del resultado electoral.
«Se está librando la última batalla por el futuro de nuestro país y os insto a todos a participar con un voto honesto», expresó el primer ministro, señalando a la oposición prorrusa como la principal beneficiada de estas maniobras, que incluyen desde la compra de votos hasta la organización de protestas violentas y ataques cibernéticos.
Recean ha solicitado a la oposición que se desmarque públicamente de la trama desmantelada esta semana, así como de las acusaciones de compra de votos, ya que de lo contrario, confirmarían que «son los beneficiarios directos de la corrupción electoral financiada por el Kremlin».
Este lunes, al menos 74 personas fueron detenidas en una operación policial para desarticular una supuesta trama orquestada por Rusia para desestabilizar el país antes de las cruciales elecciones legislativas del domingo. «El Kremlin tiene cómplices en Moldavia», denunció la presidenta Maia Sandu. «Si Rusia toma el control de Moldavia, las consecuencias serán inmediatas y amenazarán tanto a nuestro país como a toda la región», advirtió la mandataria.
El 28 de septiembre Moldavia celebra unas elecciones parlamentarias donde se enfrentan las fuerzas afines a Moscú y aquellas que buscan la integración en la UE, como el Partido de Acción y Solidaridad (PAS) de Sandu. Aunque no se espera que el PAS mantenga su mayoría, no se descarta un posible pacto con las principales fuerzas prorrusas o incluso una repetición electoral.











