El Ejecutivo serbio, según la posición oficial de Moscú, carece de capacidad para expropiar la Industria del Petróleo de Serbia (NIS) sin el visto bueno de Rusia. Se trata de una de las compañías clave del país, que controla alrededor del 80 por ciento del mercado interno de crudo y que se encuentra actualmente bajo sanciones de Estados Unidos, motivadas por el hecho de que su accionista principal es la rusa Gazprom, circunstancia que ha condicionado la estrategia energética de Belgrado.
El ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, recordó el jueves que hay “acuerdos intergubernamentales entre la Federación Rusa y Serbia, que estipulan que ninguna nacionalización puede tener lugar sin consentimiento mutuo” y subrayó el peso que este asunto tiene para el equilibrio político y económico de la región.
En la misma intervención, Lavrov recalcó que “La equidad debe ser siempre el criterio, porque de lo contrario estamos sentando precedentes para muchos otros países, y aquí nadie quiere eso”.
NIS permanece desde hace más de dos meses sometida a las denominadas “sanciones secundarias” de Washington, dirigidas, entre otros fines, a cortar la financiación de la guerra en Ucrania a través de los ingresos de compañías energéticas rusas.
Ante la mesa redonda de embajadores celebrada en Moscú, el jefe de la diplomacia rusa aprovechó para cargar contra la estrategia sancionadora de Estados Unidos, al considerar que “están socavando la globalización que han estado construyendo durante décadas”.
Vucic pide margen hasta mediados de enero
En este escenario, el presidente de Serbia ha replicado a Lavrov que está dispuesto a estudiar cualquier propuesta que Rusia plantee a su socio balcánico. “A mí me parece perfecto. Estamos impacientes por conocer sus ideas. Me temo que no es tan sencillo como parece pero haremos todo lo posible para que NIS siga funcionando con normalidad”, señaló en unas declaraciones difundidas por la radiotelevisión pública RTS.
No obstante, Aleksandar Vucic ha reclamado también más tiempo para aclarar los rumores sobre una posible salida para NIS mediante su venta parcial a la Compañía Nacional de Petróleo de Abu Dabi (Adnoc), la petrolera estatal de EEUU.
“Las negociaciones entre la parte rusa y la compañía árabe sobre la NIS son serias y se llevan a cabo de buena fe”, afirmó el mandatario serbio, que expresó su intención de que el contencioso quede encauzado hacia mediados de enero, dada la enorme dimensión del desafío para el país.
Vucic advirtió además de las consecuencias de un eventual cierre de la empresa: “Serbia no puede vivir sin la NIS y espero que Rusia lo comprenda: si cierra nos quedamos sin gasolineras en más de medio centenar de sitios, y los afectados tendrán que recorrer 40 kilómetros para repostar”, declaró en una entrevista concedida a TV Parva.










