Moussa Mara, quien fuera primer ministro de Malí entre 2014 y 2015, ha recibido una condena de dos años de prisión, de los cuales uno será en suspenso, acusado de “dañar la credibilidad del Estado”. Esta sentencia fue impuesta después de que Mara mostrara su apoyo a través de las redes sociales a ciertas figuras políticas que han sido encarceladas por criticar al gobierno militar del país.
El Tribunal de Unidad Nacional de Control de Delitos Cibernéticos no solo le ha impuesto una pena carcelaria, sino también una multa de 500.000 francos centroafricanos (unos 760 euros) y el abono de un franco simbólico al Estado, según informaciones del sitio de noticias Malijet. El Estado había presentado una demanda civil en este caso.
La detención de Moussa Mara se produjo el 1 de agosto, tras haber publicado un mensaje en la plataforma social X, donde reafirmaba su “solidaridad inamovible con los prisioneros de conciencia”, después de haber visitado a varios políticos y activistas retenidos por las autoridades.
Esta situación ha generado preocupación a nivel internacional. El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Turk, expresó su inquietud: “El drástico aumento de arrestos de malienses en todos los niveles de la sociedad por cargos de brocha gorda sobre socavar la credibilidad del Estado simplemente por expresar sus puntos de vista es algo profundamente preocupante”.
















