Médicos Sin Fronteras (MSF) ha advertido sobre un ‘alarmante aumento’ de la desnutrición en Walikale, ubicada en la provincia de Kivu Norte, como parte de la profundización de la crisis humanitaria que afecta al este de la República Democrática del Congo (RDC), particularmente tras los enfrentamientos entre marzo y abril entre las fuerzas armadas y el grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23).
Los conflictos intensificados en esos meses llevaron a un desplazamiento extensivo de la población en el área y exacerbó la inseguridad alimentaria, con un incremento en los casos de desnutrición, luego de que la mayoría de las organizaciones internacionales abandonaran Walikale a finales de 2024 por falta de fondos.
‘Aunque hay varias ONG locales que siguen trabajando en Walikale, la retirada de las organizaciones internacionales dificulta el apoyo a un sistema sanitario desbordado y mal equipado’, afirmó Meaghan Hawes, coordinadora de proyectos de MSF en Walikale. ‘La situación actual es insostenible a medio y largo plazo’, declaró.
MSF, la única organización que continúa en la región, indicó que entre el 1 de enero y el 1 de junio, las admisiones en el Hospital General de Referencia de Walikale aumentaron un 6,7 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior, mientras que la Unidad de Nutrición Terapéutica Intensiva (UNTI) vio un aumento del 41,3 por ciento en las admisiones, con 12 muertes infantiles en abril y otras 34 en mayo.
‘La ocupación de las camas del hospital ha superado regularmente el 150 por ciento en los últimos meses. Esto pone de relieve la urgencia de contar con apoyo y recursos adicionales’, sostuvo Hawes.
El conflicto también ha forzado a muchos agricultores a migrar hacia las minas cercanas a la ciudad, lo que ha provocado una reducción en la producción de alimentos, incrementando la inseguridad alimentaria y un alza en los precios, con el coste de la harina de maíz subiendo un 50 por ciento y el de las hojas de mandioca un 22 por ciento. Además, el precio de la leche se ha incrementado un 16 por ciento y el de la carne un nueve por ciento.
TENDENCIAS PREOCUPANTES
Por ello, MSF ha enfatizado que las tendencias de mortalidad asociadas con la desnutrición son especialmente alarmantes, con un aumento del 88,9 por ciento de las muertes ocurridas en las primeras 24 horas tras el ingreso en la UNTI durante el primer semestre de 2025. Asimismo, las ocurridas entre las 24 y las 48 horas tras el ingreso se dispararon un 309 por ciento en comparación con el mismo periodo de 2024.
La ONG ha resaltado que estas cifras demuestran que muchos pacientes llegan ya en estado crítico debido a los obstáculos para obtener atención sanitaria, agravados por la violencia. ‘Muchos centros de salud de la región han sido saqueados. Hemos visto instalaciones completamente vacías. Hay centros en los que incluso han robado la báscula para pesar a los niños’, destacó Hawes.
‘También se observan niveles preocupantes de absentismo entre el personal sanitario congoleño debido a que muchos de ellos no han cobrado sus salarios durante largos períodos de tiempo y a que otros se han visto obligados a huir de la región para tratar de poner a salvo sus vidas’, explicó.
Además, la inseguridad, que también afecta a los equipos de MSF, complica la logística para el transporte de suministros médicos, especialmente tras el cierre de la ciudad de Goma, capital de Kivu Norte, después de que la ciudad cayera en enero en manos del M23 durante su ofensiva en marzo en la zona, que también incluyó la toma de la capital de Kivu Sur, Bukavu.
La coordinadora general de MSF en el norte de RDC, Natalia Torrent, ha indicado que estos combates ‘limitan también la capacidad para realizar actividades como clínicas móviles en los alrededores de Walikale, dificultando aún más el acceso a la atención médica de las comunidades locales’. ‘Hacemos un llamamiento a todas las partes para que faciliten el paso seguro del personal y del material médico’, concluyó.















