Decenas de miles de ciudadanos han salido este lunes a las calles de Siria para conmemorar el primer aniversario del colapso del régimen de Bashar al Assad, que abandonó el país rumbo a Rusia el 8 de diciembre de 2024, presionado por el avance de yihadistas y grupos rebeldes desde la provincia noroccidental de Idlib, cuya ofensiva relámpago permitió la toma de Damasco en apenas dos semanas.
Las movilizaciones se han desarrollado en la capital y en otras urbes sirias, en paralelo a varios desfiles militares impulsados por las nuevas autoridades, lideradas por el dirigente de Hayat Tahrir al Sham (HTS), Ahmed al Shara. Hasta el momento no han trascendido incidentes relevantes ni altercados durante estas convocatorias.
El acto castrense más destacado se ha celebrado en la autovía de Meze, en Damasco, donde se ha desplazado Al Shara acompañado de varios miembros de su gabinete para presenciar las ceremonias, a las que se han sumado miles de asistentes portando la nueva bandera nacional, según ha recogido la cadena siria Syria TV.
Desfiles similares se han llevado a cabo en las provincias de Homs, Hama, Alepo, Idlib y Latakia, con exhibiciones de helicópteros y paracaidistas. Estos actos han tenido lugar pocas horas después de que el presidente de transición pronunciara un discurso desde la Mezquita de los Omeyas de Damasco, en el que prometió “reconstruir Siria como una nación fuerte”.
En la misma línea, el ministro del Interior, Anas Jatab, ha sostenido que el país “se encuentra ante la historia” para “escribir una nueva página”. “El amanecer de la liberación ha surgido después de la oscuridad a través de grandes sacrificios y hechos heroicos que no se borrarán de la memoria”, ha señalado en un mensaje difundido en su cuenta en la red social X.
“En este glorioso día, os felicitamos por esta victoria y felicitamos a Siria por su regreso a su antigua gloria. Es un día de alegría y orgullo, pero debemos darnos cuenta de que la liberación no es el final, sino el comienzo de la batalla de la construcción”, ha añadido, al tiempo que ha reclamado “máxima conciencia y responsabilidad” ante la “gran obligación nacional” que afronta el país en plena etapa de transición.
La salida de Al Assad se produjo tras casi catorce años de una guerra desencadenada por la brutal represión de las protestas prodemocráticas surgidas al calor de la ‘Primavera Árabe’. Desde su llegada al poder, el presidente interino ha reiterado su compromiso de acelerar las tareas de reconstrucción y de impulsar la recuperación de una economía devastada por el conflicto y sumida en una profunda crisis.










