El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha defendido la decisión de continuar con el conflicto armado en la Franja de Gaza, alegando que ceder ante las demandas de detención o rendición habría resultado en la muerte de los israelíes bajo una amenaza nuclear. Durante una sesión parlamentaria, destacó que la persistencia de su gobierno llevó a Hamás a sentir “el frío filo del acero en su cuello” y a aceptar finalmente el acuerdo para la liberación de rehenes, logrado tras un intenso despliegue militar en Gaza, el último reducto de Hamás.
“Fue en ese momento cuando Hamás comprendió que enfrentaba su propia destrucción. Si hubiera atendido a los llamados de detener la ofensiva… habríamos perecido, permitiendo su victoria y la del eje iraní”, señaló Netanyahu. Subrayó además que nunca permitiría que el conflicto se resolviera bajo las condiciones de Hamás, con la complicidad de la prensa y gobiernos internacionales. El primer ministro aseguró que Israel ha reforzado su capacidad defensiva y ha recuperado a los rehenes vivos, mientras que trabaja en repatriar a los fallecidos.
Netanyahu también mencionó una reciente violación del alto el fuego por parte de Hamás, reiterando que cualquier ataque contra Israel tendría un alto costo. En un llamado a la unidad y a fortalecer la economía, destacó la necesidad de ser fuertes para mantener la paz y anticipó el fortalecimiento de la industria armamentística del país y su desarrollo en inteligencia artificial. Asimismo, mencionó planes para el presupuesto de 2026 enfocados en robustecer la economía israelí, destacando la baja inflación, un shékel fuerte y el mínimo desempleo, a pesar de la necesidad de ampliar la inversión en seguridad nacional debido a los embargos sufridos.
Finalmente, expresó su intención de discutir estos planes con el vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, en una próxima visita al país.