Michael Randrianirina, el recién nombrado líder militar de Madagascar, ha aclarado este jueves que los recientes eventos en el país “no es un golpe de Estado” y ha comprometido la creación de un gobierno principalmente civil tras la salida del hasta ahora presidente, Andry Rajoelina, quien huyó tras continuas protestas antigubernamentales.
“No es un golpe de Estado. Un golpe de Estado implica que los militares entran en el Palacio Presidencial, armados, abren fuego y se derrama sangre”, explicó Randrianirina, quien también mencionó que recibió un mandato del Tribunal Constitucional después de que la corte confirmara una vacancia presidencial tras la huida de Rajoelina a un “lugar seguro” no especificado.
“Estamos en un proceso que se encuadra en el marco legal”, subrayó, negando la existencia de un “régimen militar” en Madagascar. Randrianirina destacó que el Consejo Presidencial estará “integrado por militares y civiles”.
Además, comentó que la suspensión de Madagascar por parte de la Unión Africana (UA) es una reacción “normal”. “Una organización como la UA debe reaccionar así. Si no reacciona es que no es una organización internacional”, argumentó, anticipando que se iniciarán “negociaciones” para resolver la situación actual.
“Las directrices las fija el pueblo”, afirmó. “Hay que responder al llamamiento de la población”, defendió antes de confirmar que asumirá el cargo de presidente interino este viernes, y luego nombrará al nuevo primer ministro, según reportes del diario local ‘Midi Madagasikara’.
A pesar de esto, Randrianirina indicó que no será factible celebrar elecciones presidenciales en un periodo de entre 30 y 60 días, conforme a lo dictado por el Tribunal Constitucional, que también le otorgó el poder para gestionar la transición en la isla después de la caída de Rajoelina.