El Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA) ha verificado que sus inspectores encontraron trazas de uranio en una estructura localizada en la provincia de Deir Ezzor en el este de Siria, la cual fue objetivo de un bombardeo por parte de Israel en 2007. Este lugar había generado incertidumbres sobre si albergaba un reactor nuclear que no había sido declarado por el entonces gobierno de Bashar al Assad, derrocado en diciembre de 2024 tras un ataque de yihadistas y rebeldes liderados por Hayat Tahrir al Sham (HTS).
Un representante del OIEA, en una declaración a Europa Press, indicó que estos hallazgos forman parte de un informe que Rafael Grossi, director general del OIEA, presentó el lunes a la Junta de Gobernadores de la agencia. Esto ocurrió como resultado de un «nuevo compromiso» alcanzado en marzo de 2024 con Damasco, que propició «un proceso de clarificación de los asuntos pendientes sobre salvaguardas relacionados con actividades nucleares pasadas».
De junio a octubre de 2024, los inspectores tomaron muestras ambientales en tres sitios «supuestamente relacionadas en el plano funcional» con las instalaciones en Deir Ezzor. En 2011, la agencia ya había advertido en un informe que «muy probablemente» existía un reactor nuclear no declarado que fue destruido por Israel durante la operación ‘Huerto’.
En una reunión en junio de este año en Damasco entre Grossi y el nuevo presidente de transición y líder de HTS, Ahmed al Shara, Siria «acordó cooperar con la agencia, con total transparencia, a la hora de abordar las actividades nucleares pasadas» en el país. El jefe del OIEA solicitó «asistencia» para «regresar a las instalaciones en Deir Ezzor durante los próximos meses para nuevos análisis, acceder a documentación relevante y hablar con los implicados en las actividades nucleares pasadas».
«Ese mismo día, la agencia entregó a Siria los resultados de los análisis de las muestras ambientales tomadas en las tres ubicaciones visitadas en 2024», explicó el portavoz, añadiendo que «los análisis revelaron un número significativo de partículas naturales antropogénicas de uranio en las muestras tomadas en uno de estos tres lugares». «Algunas de estas partículas de uranio son consistentes con la conversión de concentrado mineral de uranio a óxido de uranio», confirmó antes de mencionar que «las actuales autoridades sirias indicaron que no cuentan con información que pueda explicar la presencia de este tipo de partículas de uranio», que no habrían sido enriquecidas.
Tras recibir autorización el 5 de junio para una segunda visita al lugar, «la agencia examinará los resultados de todas las muestras ambientales tomadas en esta ubicación y la información obtenida de la visita planeada al lugar en Deir Ezzor», afirmó el portavoz. Grossi «aplaude el renovado compromiso de Siria con la agencia en relación con los asuntos de salvaguardas no resueltos» y «presentará un informe a la Junta (de Gobernadores) una vez que la agencia haya completado su valoración de los resultados de toda las actividades de verificación relacionadas y después de que hayan sido discutidas con Siria».
El portavoz del organismo internacional concluyó afirmando que «El director general (del OIEA) está comprometido con lograr claridad lo antes posible en lo relativo a las actividades nucleares pasadas en Siria de cara a materializar una conclusión exitosa lo más rápidamente posible en torno a estos asuntos». La versión oficial de Al Assad siempre sostuvo que el ataque israelí había alcanzado una base militar en Deir Ezzor, aunque esta narrativa fue cuestionada cuatro años más tarde por el propio OIEA, que sugirió que podría tratarse de una instalación nuclear no declarada por Damasco, en violación de sus compromisos.














