La Organización de las Naciones Unidas ha manifestado su ‘preocupación’ ante las continuas infracciones a los derechos y libertades de los civiles palestinos en la Franja de Gaza, a pesar del vigente cese al fuego. Estas violaciones, atribuidas tanto a las acciones de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) como a las represalias de Hamás contra facciones opuestas, podrían constituir crímenes de guerra.
Según un informe reciente de la oficina de la ONU para los Derechos Humanos, las disputas internas entre Hamás y otros grupos se han ‘intensificado’, llevando a actos como ‘ejecuciones extrajudiciales’. La ONU reconoce que los dos años de bombardeos israelíes han devastado las estructuras gubernamentales y de seguridad en Gaza, destacando la ‘urgente prioridad’ de restablecer el orden público, pero siempre bajo los estándares internacionales de Derechos Humanos.
‘Hamás debe prevenir y reprimir cualquier violación o abuso cometido por sus miembros’, exige la oficina de la ONU en los Territorios Palestinos Ocupados. Además, se ha informado de al menos 15 ciudadanos palestinos fallecidos cerca de zonas con presencia militar israelí, mientras que las FDI controlan gran parte de la Franja. La propuesta de paz del presidente Donald Trump no especifica un calendario para la retirada de estas fuerzas.
La ONU ha recordado a las fuerzas israelíes la necesidad de adherirse a los ‘principios de distinción, proporcionalidad y precaución’ en sus operaciones militares, recordando que ‘atacar a civiles que no participen en hostilidades constituye un crimen de guerra’. Ajith Sunghay, líder de la oficina de la ONU, describió la situación en Gaza como ‘precaria e incierta’ y llamó a todas las partes a cesar la violencia y respetar el Derecho Internacional, buscando garantizar el derecho de autodeterminación del pueblo palestino.