La Coordinadora Especial de las Naciones Unidas para Líbano, Jeanine Hennis-Plasschaert, ha hecho un llamado urgente al gobierno libanés, instándolo a no seguir postergando la implementación de la resolución 1701 del Consejo de Seguridad, que trata sobre el despliegue de las fuerzas libanesas en el sur del país y el desarme de la milicia chií Hezbolá.
“El tiempo es esencial”, enfatizó Hennis-Plasschaert en una sesión informativa ante el Consejo de Seguridad, señalando la necesidad de que Líbano deje de ser visto como evasivo tanto en su participación en el diálogo como en la afirmación del monopolio estatal de las armas.
Aunque reconoció los progresos de las Fuerzas Armadas libanesas, la coordinadora especial subrayó que el ejército, por sí solo, no es suficiente para cumplir con la resolución 1701 sin un enfoque gubernamental más amplio que refuerce la autoridad estatal.
Asimismo, instó a Beirut a aprovechar la coyuntura actual para avanzar en las reformas necesarias para liberar fondos destinados a la reconstrucción, evitando caer en trampas de la política interna que podrían precipitar al país hacia un conflicto abierto. Hennis-Plasschaert advirtió que estas dinámicas han frenado el desarrollo del estado durante demasiado tiempo.
En un contexto regional en transformación, tanto Líbano como Israel tienen oportunidades únicas para modificar un statu quo definido por la presencia militar israelí y las frecuentes operaciones militares en territorio libanés, lo que sigue vulnerando la soberanía e integridad territorial de Líbano. Ante esta situación, la coordinadora ha remarcado que es el momento propicio para el diálogo y las negociaciones, en busca de estabilidad y seguridad.
Esta intervención sigue a las declaraciones de preocupación del secretario general de la ONU, António Guterres, sobre los recientes bombardeos israelíes en Líbano, incluido un ataque en el campo de refugiados de Ain al Hilweh en Sidón, que resultó en la muerte de 14 personas. Según Stéphane Dujarric, portavoz de Guterres, la Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano (FINUL) está comprometida a mantener la tregua y a promover la ‘plena’ aplicación de la resolución 1701, a pesar de que Israel ha mantenido varios puestos militares al norte de la Línea Azul y ha realizado múltiples ataques aéreos, justificándolos como acciones contra Hezbolá, lo cual ha sido condenado por la ONU y criticado tanto por Beirut como por el grupo.











