La Asamblea General de la ONU ha aprobado con un considerable consenso una resolución exigiendo, una vez más, el cese del embargo económico, comercial y financiero que Estados Unidos ha impuesto sobre Cuba desde hace más de seis décadas. Esta solicitud se ha convertido en una constante anual.
Un total de 165 naciones han respaldado la resolución, subrayando los efectos adversos que este embargo tiene sobre los ciudadanos de la isla caribeña. Cabe destacar que La Habana ha visto disminuido su apoyo en comparación con el año anterior, perdiendo el respaldo de más de veinte países.
A pesar de esto, siete países han votado en contra, incluyendo a Estados Unidos y algunos de sus aliados, como Israel o Argentina, mientras que doce naciones, entre ellas Ecuador, optaron por la abstención.
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, celebró el resultado de la votación: “Las groseras presiones yanquis lograron quebrar a unos pocos. Pero la mayoría del mundo volvió a votar junto a Cuba por la vida”.
Por su parte, el ministro de Exteriores cubano, Bruno Rodríguez, agradeció a los países que “con su voto han defendido la verdad de Cuba y han reclamado nuevamente el fin del bloqueo de Estados Unidos”. Rodríguez destacó: “Victoria de Cuba. Victoria de los pueblos. Victoria de la verdad frente a la mentira imperialista”.
Las autoridades cubanas sostienen que el embargo es una táctica de Washington para ejercer presión política y afecta severamente el desarrollo social de la isla, estimando pérdidas superiores a los 7.500 millones de dólares entre marzo de 2024 y febrero de 2025.
















