El Parlamento de Portugal ha dado luz verde a la propuesta del partido Chega, de extrema derecha, que busca prohibir en los espacios públicos prendas que ocultan el rostro, como el burka y el niqab, citando razones de seguridad y protección de los derechos femeninos. La medida aún podría sufrir cambios antes de la votación definitiva.
La iniciativa liderada por André Ventura ha recibido el apoyo de otras formaciones de derecha, incluido el Partido Social Demócrata (PSD) del primer ministro, Luís Montenegro, quien ha señalado que el proyecto “puede y debe ser perfeccionado”.
“Quien llegue a Portugal, venga de donde venga, con las costumbres y religión que tenga, tiene que cumplir, respetar y hacer respetar las costumbres y los valores de ese país”, ha declarado Ventura, subrayando que esta normativa ya se ha implementado con características específicas en países como Francia, Dinamarca o Bélgica.
Por otro lado, la izquierda ha votado en contra, criticando a la ultraderecha por “querer dirigir el odio hacia estas comunidades, que no usan burka y que han de ser respetadas”.
“Lo que de verdad mueve a Chega es poner a unos contra otros, alimentar la desconfianza y el miedo hacia el diferente. Las mujeres musulmanas son ahora el objetivo para proseguir su discurso racista y xenófobo”, ha lamentado la diputada comunista Paula Costa.
La prohibición no se aplica en casos justificados por motivos de salud, laborales, artísticos o de entretenimiento, ni tampoco en aviones, instalaciones diplomáticas y lugares de culto o sagrados. Las sanciones por incumplir la norma oscilan entre los 200 y los 4.000 euros.