El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha calificado de ‘absolutamente inaceptables’ las incursiones de Rusia en el espacio aéreo europeo, instando a la comunidad internacional a responder ‘con determinación y unidad’. Durante su discurso en la sesión del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Ucrania en Nueva York, Sánchez ha destacado la falta de progresos significativos en el conflicto, que ya dura más de tres años y medio.
El mandatario español ha subrayado que una de las tareas principales del Consejo debe ser alcanzar la paz en Ucrania ‘de una vez por todas’. ‘La agresión rusa contra Ucrania constituye una violación inaceptable del Derecho Internacional y de los valores compartidos por el conjunto de la comunidad internacional’, ha afirmado Sánchez, señalando la gravedad de que el ataque provenga de un miembro permanente del Consejo de Seguridad, encargado de mantener la paz y la estabilidad mundial.
Sánchez ha enfatizado la necesidad de evitar que ‘la fuerza y la coacción sustituyan al diálogo y al respeto mutuo entre naciones’, ya que esto sentaría un ‘peligroso precedente’ que podría comprometer la estabilidad de las fronteras y del orden internacional, principalmente en Europa. También ha advertido que no se deben aceptar soluciones que ‘legitimen’ la violencia o modifiquen las fronteras internacionalmente reconocidas por la fuerza.
Recordando el apoyo constante de España a Ucrania, Sánchez ha mencionado la asistencia militar y humanitaria prestada, incluido el entrenamiento de más de 8.000 soldados ucranianos y la acogida de más de 240.000 desplazados. Mientras tanto, ha criticado la actitud del presidente ruso, Vladimir Putin, por intensificar la violencia y lanzar nuevos ataques, ignorando los llamamientos internacionales y exacerbando el sufrimiento de los civiles.
Ante las recientes violaciones del espacio aéreo, Sánchez ha solicitado el uso de ‘todos los instrumentos políticos a nuestro alcance’ para poner fin a la tragedia y establecer las bases para una solución duradera. Ha concluido insistiendo en que la defensa de la legalidad internacional y de los derechos humanos es ‘una responsabilidad compartida’ y que solo mediante la solidaridad y cooperación se puede asegurar un futuro seguro y digno para las futuras generaciones.











