El primer ministro peruano, Ernesto Álvarez, ha confirmado su decisión de instaurar el estado de emergencia en la provincia de Lima, en respuesta a las recientes manifestaciones que han dejado un saldo de 120 lesionados entre civiles y fuerzas del orden, además de un fallecido a causa de la intervención policial.
“La declaratoria de emergencia no puede resultar en más de lo mismo. No puede ser una medida gaseosa que no conduzca a nada en especial. Por eso no la hemos hecho hasta ahora. Estos días vamos a trabajar para que haya un paquete completo de medidas concretas”, aseguró Álvarez durante una conferencia de prensa transmitida por RPP, adelantando que las medidas serán presentadas “en el menor tiempo posible”.
Aunque Álvarez no ha descartado la posibilidad de un toque de queda, ha destacado que su implementación dependerá de su “efectividad real, considerando que la criminalidad ya no responde a la nocturnidad (…) propia de los delincuentes más avezados”.
El primer ministro también mencionó que fue el presidente José Jerí quien le “encomendó preparar ese paquete de medidas, someterlo al debate técnico en el menor tiempo posible, por eso los ministros nos encontramos en sesión permanente hasta cuando tengamos ese paquete de medidas y podamos reunirnos para declarar la emergencia Lima, pero con contenido, con verdad”.
La implementación del estado de emergencia implica la suspensión de ciertos derechos fundamentales, como la libertad y seguridad personal, la inviolabilidad del domicilio, y las libertades de reunión y de tránsito.
Este anuncio se produce tras los disturbios que sacudieron la capital peruana, en el contexto de protestas contra el Gobierno y el Congreso por temas de corrupción e inseguridad, que también resultaron en 120 heridos y la confirmación por parte de la Policía de la implicación de dos de sus miembros en la muerte de un manifestante.