El Frente Polisario ha insistido en que “no formará parte de ningún proceso político que busque legitimar la ocupación ilegal” del Sáhara Occidental, en un contexto marcado por el incremento de los respaldos internacionales al plan de autonomía impulsado por Marruecos, una propuesta rechazada de manera tajante por la República Árabe Saharaui Democrática (RASD).
Tras la celebración de su octava sesión ordinaria, el Secretariado Nacional del Frente Polisario ha reiterado su negativa a implicarse en “procesos políticos o negociaciones” sustentados en “propuestas” que pretendan “legitimar la ocupación militar ilegal marroquí” y “privar al pueblo sahararui de su derecho innegociable e imprescriptible a la autodeterminación, la independencia y la soberanía sobre su patria”.
En este comunicado, la organización saharaui pone el foco en “la responsabilidad de Naciones Unidas y sus organismos pertinentes hacia la descolonización del Sáhara Occidental, la última colonia en África” y reclama que el organismo internacional debe “asumir sus responsabilidades hacia el pueblo saharaui y el territorio bajo su jurisdicción”, de acuerdo con lo difundido por la agencia saharaui de noticias SPS.
El Frente Polisario solicita además a la ONU que adopte medidas para “asegurar el disfrute de los derechos fundamentales” de los sahararuis, “detener el saqueo de sus recursos naturales y la confiscación de sus bienes” y avanzar hacia la “liberación inmediatamente de todos los presos políticos saharauis en las cárceles marroquíes y que se revele el destino de los desaparecidos”.
En los últimos años, el movimiento saharaui ha encajado varios reveses diplomáticos debido al respaldo de distintos Estados, entre ellos España, al plan de autonomía marroquí, una alternativa que la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) rechaza de plano, manteniendo su exigencia de culminar el proceso de descolonización del territorio y de garantizar el derecho del pueblo saharaui a decidir su independencia.
El Sáhara Occidental, antigua colonia española, fue ocupado por Marruecos en 1975 pese a la resistencia armada del Frente Polisario. El conflicto se prolongó hasta 1991, cuando ambas partes pactaron un alto el fuego con el objetivo de organizar un referéndum de autodeterminación. Sin embargo, los desacuerdos en torno a la elaboración del censo electoral y a la posible inclusión de los colonos marroquíes han impedido hasta ahora la celebración de esa consulta.











