El ministro de Asuntos Exteriores polaco, Radoslaw Sikorski, ha declarado recientemente que los diplomáticos de la embajada rusa en Varsovia están limitados a desplazarse únicamente con autorización previa fuera de Mazovia, región donde se ubica la capital polaca. Esta medida es una reacción al reciente sabotaje al sistema ferroviario del país, presuntamente perpetrado por Rusia.
«Mi siguiente decisión es que los rusos necesitarán el permiso de nuestras autoridades para salir de Mazovia y persuadiré a mis colegas europeos para que adopten medidas similares», explicó Sikorski antes de su encuentro con otros ministros europeos en Bruselas este jueves.
«Los rusos no podrán beneficiarse del espacio Schengen», añadió, un día después de que Polonia cerrara el último consulado ruso operativo en Gdansk, como represalia por dicho sabotaje.
Sikorski también mencionó que no es la primera vez que Polonia enfrenta incidentes similares, refiriéndose a «incendios provocados» y otros tipos de agresiones. «Lo ocurrido en las vías del tren, con una clara intención de causar víctimas, supone una escalada muy grave», afirmó el ministro.
Además, el ministerio dirigido por Sikorski ha contactado con Bielorrusia para solicitar la extradición de dos ucranianos sospechosos de estar involucrados en el ataque del domingo a las vías férreas que conectan Varsovia con Lublin.










