El primer ministro de Tailandia, Anutin Charnvirakul, ha ordenado este viernes la disolución del Parlamento y la convocatoria de elecciones anticipadas, pocas horas después de haber adelantado su intención de «devolver el poder al pueblo», en un contexto marcado por el repunte de la violencia en la frontera con Camboya, que ha dejado esta semana más de una veintena de fallecidos.
“La Cámara de Representantes se disuelve para celebrar una nueva elección legislativa para los miembros de la Cámara”, reza un decreto difundido en la Gaceta Real, el diario oficial del país.
El documento justifica la medida al considerar que se trata de la “solución adecuada (…) para obtener un gobierno mayoritario estable (…), de modo que la administración del país pueda seguir funcionando de forma fluida y ordenada” frente al actual Ejecutivo en minoría encabezado por Charnvirakul y los “numerosos problemas políticos internos” que atraviesa el país.
“De continuar esta situación, generará inestabilidad política y afectará la confianza internacional, lo que podría afectar significativamente el sistema económico del país y, en última instancia, provocar una pérdida de confianza pública en el sistema parlamentario y la gobernanza democrática”, advierte el texto.
En la misma línea, el decreto respalda la actuación del gabinete a pesar de los “numerosos desafíos debido a la incertidumbre generalizada”, y menciona entre sus prioridades la guerra comercial, el impacto de los desastres naturales, la delincuencia transnacional y la necesidad de abordar de forma “urgente” las disputas entre Tailandia y Camboya “mediante mecanismos diplomáticos de negociación adecuados, junto con una sólida defensa nacional”.
“El gobierno ha aplicado diligentemente todas las medidas posibles para resolver de manera eficaz y rápida los problemas urgentes del país y se compromete a generar estabilidad, paz y tranquilidad para la nación, impulsando el avance de la gobernanza del país en beneficio del pueblo”, recoge el escrito.
Según lo previsto, la cita con las urnas deberá celebrarse en un plazo de entre 45 y 60 días, dado que el decreto cuenta ya con la ratificación del rey Maha Vajiralongkorn.
La decisión había sido anticipada por el propio primer ministro unas horas antes, después de que el Partido Popular, principal fuerza de la oposición, amenazara con presentar una moción de censura contra el Ejecutivo, tras una sesión conjunta en la que los legisladores votaron exigir que cualquier reforma constitucional sea respaldada por al menos un tercio de los escaños.
Anutin asumió el cargo de jefe de Gobierno del país asiático a comienzos de septiembre, hace tres meses, después de que el Parlamento le designara sucesor de Paetongtarn Shinawatra, destituida de forma definitiva por el Tribunal Constitucional. Durante la ceremonia de toma de posesión se comprometió a convocar elecciones anticipadas en un plazo máximo de cuatro meses.
Su nombramiento tenía como objetivo cerrar la crisis política abierta tras la suspensión de Shinawatra el pasado julio por una “negligencia ética grave” al criticar la actuación del Ejército en una conversación con el ex primer ministro de Camboya, Hun Sen, una llamada realizada en plena escalada del conflicto entre ambos países, que ha dejado decenas de muertos.











