Nueva jornada de protestas multitudinarias contra Trump en todo el país
Estados Unidos vive este sábado una nueva jornada de manifestaciones bajo el lema “No Kings” (“No queremos reyes”), en protesta contra lo que miles de ciudadanos consideran un giro autoritario del presidente Donald Trump.
La convocatoria, que se desarrolla de manera simultánea en más de 2.500 ciudades y municipios de los 50 estados, busca convertirse en la mayor movilización desde el regreso del republicano a la Casa Blanca el pasado enero.
Según los organizadores, esta es la segunda gran edición de las protestas “No Kings”, tras la celebrada el 14 de junio, coincidiendo con el cumpleaños del mandatario, que congregó a cerca de cinco millones de personas.
En esta ocasión, las marchas fueron masivas en Nueva York, Washington, Miami, Chicago o Los Ángeles, además de concentraciones solidarias en Berlín, París y Roma.
“No queremos reyes”: la calle frente al poder
Los manifestantes portaban pancartas y banderas estadounidenses, muchas teñidas de color amarillo, símbolo de resistencia pacífica inspirado en las protestas de Hong Kong de 2019.
En ciudades como Times Square (Nueva York), el Capitolio (Washington) o el centro de Chicago, las marchas denunciaron la militarización de las calles, las redadas migratorias y las reformas electorales que, según los convocantes, buscan favorecer al Partido Republicano de cara a las elecciones legislativas de 2026.
La plataforma que impulsa la movilización -integrada por más de 200 organizaciones- ha reiterado su carácter pacífico y la prohibición expresa de portar armas.
Sin embargo, algunos gobernadores republicanos, como Greg Abbott (Texas), han ordenado el despliegue de la Guardia Nacional para “prevenir altercados”.
La respuesta política y el eco histórico
Desde Washington, el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, calificó las marchas como “una muestra de odio contra Estados Unidos”, acusando a sus promotores de tener vínculos con Antifa y grupos “radicales”.
El propio Trump respondió el viernes en una entrevista con Fox Business:
“Dicen que me comporto como un rey. No soy un rey.”
El lema “No Kings” se inspira en la fundación de Estados Unidos en 1776, como respuesta al poder absoluto del monarca británico, y simboliza el rechazo a cualquier forma de concentración del poder presidencial.
La tensión crece en Washington
La jornada de protesta llega en medio de un bloqueo presupuestario que mantiene paralizada la Administración federal desde el 1 de octubre.
Trump acusa a los demócratas de “retrasar las negociaciones para fomentar el caos”, mientras que la oposición le reprocha “socavar la Primera Enmienda”, que garantiza la libertad de expresión.
Uno de los gestos más polémicos se produjo tras la presión de la Casa Blanca para suspender temporalmente el programa del comediante Jimmy Kimmel, crítico con el presidente.
En su regreso a la televisión, Kimmel defendió la protesta y comparó la movilización con el origen mismo de la nación:
“No hay nada más estadounidense que una protesta política. La Revolución fue una protesta. ¡No Kings!”