El presidente ruso, Vladimir Putin, ha declarado su intención de reevaluar las relaciones entre Rusia y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE). Considera que la organización no está cumpliendo su papel en la defensa de los derechos y libertades de los ciudadanos rusos.
Respondiendo a una solicitud de Ella Pamfilova, presidenta de la Comisión Electoral, quien criticó específicamente a la Oficina de Instituciones Democráticas y Derechos Humanos (ODIHR) de la OSCE, Putin cuestionó la eficacia de la organización con las palabras “¿Los necesitamos? ¿Por qué pagamos cuotas? No protegen nuestros derechos en absoluto”, y criticó la prohibición de observadores rusos en las elecciones recientes en Moldavia.
Putin sugirió que la participación rusa podría estar otorgando legitimidad no merecida a las conclusiones de dicho organismo y ha urgido al gobierno a “reconsidera” la pertinencia de seguir formando parte de un ente que “se ha desacreditado a sí mismo por completo”, según informó la agencia TASS.
“Tienes razón. Es absurdo que les hayamos dado todas las oportunidades posibles y no haya ocurrido nada”, respondió Putin, comprometiéndose a revisar la propuesta y a realizar consultas con el Ministerio de Exteriores y las cámaras del Parlamento. “Lo hablaremos y pensaremos en ello”, añadió.
Además, Putin destacó la importancia de la estabilidad política, especialmente en los tiempos actuales, calificándola de “dos o tres veces más importante que nunca”. Este enfoque en la estabilidad ha sido un tema recurrente para justificar las reformas que le permitirán mantenerse en el poder hasta 2036.