Este año, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha comunicado que la insuficiencia de recursos financieros le obligará a disminuir en un 50% el alcance de sus iniciativas en Venezuela, afectando principalmente el apoyo en áreas remotas, como ciertas escuelas.
«La parte más difícil de nuestro trabajo no siempre es la logística. A veces son las palabras», mencionó la organización en una declaración, reconociendo que actualmente «el financiamiento no es suficiente» para sostener la totalidad de sus esfuerzos.
Como ejemplo, la agencia refirió a Arismendi, un lugar aislado en el estado de Barinas al que solo se puede acceder fluvialmente. El equipo del PMA ha podido visitar sus escuelas cada dos meses durante tres años, «hasta ahora».
«En este último viaje –como en el primero– no llevamos alimentos, pero las familias y los maestros caminaron o navegaron desde lejos para encontrarnos, escucharnos, preguntar, conversar. Su confianza es un impulso para seguir», añadió la agencia.
Según estimaciones de la ONU, cuatro millones de venezolanos requieren asistencia alimentaria. El PMA, que previamente asistía a aproximadamente 400,000 individuos, necesitaba cerca de 47 millones de dólares (aproximadamente 40.3 millones de euros) para operar este año.















