Tras asumir el control de Afganistán en agosto de 2021, las autoridades talibanas han clasificado como ‘irresponsables’ las declaraciones de António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, quien tachó de ‘estúpidas’ las severas restricciones a las libertades de mujeres y niñas impuestas por los fundamentalistas en este país de Asia Central.
‘Condenamos firmemente las declaraciones irresponsables del secretario general de la ONU’, declaró el portavoz talibán y viceministro de Cultura afgano, Zabihulá Muyahid, quien en su perfil de la red social X aconsejó a Guterres ser cauteloso con sus palabras y evitar expresiones imprudentes.
Muyahid defendió que las normativas que afectan a hombres y mujeres en Afganistán se basan en la ‘sharia’ y son coherentes con ella. ‘Si alguien no está informado sobre la ‘sharia’, eso es un reflejo de su ignorancia y, en vez de criticar, debería educarse’, concluyó.
Guterres expresó el martes que lo sucedido en Afganistán es ‘absolutamente intolerable’ y ‘estúpido’, refiriéndose a la prohibición de que el personal sanitario femenino asista en la entrega de ayuda humanitaria después del terremoto del 31 de agosto en el este del país, que causó más de 2.000 fallecidos.
‘Impedir que mujeres y niñas colaboren en la ayuda humanitaria es tremendamente perjudicial para toda la población afgana. Estamos haciendo cuanto podemos directamente y movilizando a la comunidad internacional para que los talibán comprendan que es crucial para los intereses vitales de Afganistán que las mujeres y niñas puedan participar en tareas humanitarias y que esta asistencia llegue efectivamente a las mujeres y niñas del país’, argumentó.
La semana pasada, la Misión de Asistencia de Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA) criticó en palabras a Europa Press la nueva prohibición a las trabajadoras y contratistas afganas de la ONU de acceder a instalaciones del organismo, antes de añadir que se estaban realizando contactos con los talibán para hallar una solución.
En abril de 2023, el grupo fundamentalista afgano ya había emitido una orden que prohibía a las mujeres afganas trabajar para organismos de Naciones Unidas, en medio de severas restricciones a la población civil tras su retorno al poder, siendo las mujeres y niñas las principales afectadas por su interpretación extremista del islam.
Las Naciones Unidas han reiterado que la exclusión de mujeres y niñas de la esfera pública afgana repercute directamente en la vida socioeconómica del país y han advertido también que, en el caso de las profesionales de la salud, social y humanitaria, su ausencia en el mercado laboral profundiza la crisis humanitaria en Afganistán.











