Salvador Nasralla, el aspirante a la presidencia de Honduras, se muestra seguro de su victoria en las próximas elecciones del 30 de noviembre, a pesar de enfrentarse a la oposición de las estructuras gubernamentales y sectores corruptos, confiando en el apoyo popular. ‘Soy la persona que más quiere la gente’, ha declarado.
‘Entrar en esta batalla no es sencillo. Me adentro en un contexto donde lo usual es ir en contra de la ley’, expresó Nasralla en una reciente entrevista con Europa Press en Madrid, destacando su compromiso político motivado por una ‘presión popular’ para actuar con integridad en un país marcado por la corrupción.
‘Tengo las manos limpias, sin antecedentes de ningún tipo, y en Honduras es complicado encontrar a alguien sin lazos con la delincuencia’, comentó el candidato, quien ha sido una figura prominente en la televisión hondureña durante cuatro décadas.
Esta será su tercera candidatura, tras los comicios de 2013 y 2017, donde denunció haber sido víctima de fraude electoral. En 2021, se unió a la fórmula presidencial de la actual presidenta Xiomara Castro, contribuyendo a su victoria. ‘Ayudé a que ganará’, afirmó Nasralla, quien también ocupó el cargo de primer vicepresidente durante dos años.
A pesar de las dudas sobre la fiabilidad del sistema electoral, algunas encuestas le otorgan una ventaja de hasta 18 puntos sobre su competidor más cercano, Rixi Moncada. ‘Es el mejor momento para mí, lo afronto con optimismo porque por primera vez Honduras podría tener un presidente técnico’, añadió.
‘Aunque desconfiemos, la diferencia es tan grande y tantas personas van a votar que debería eliminarse cualquier posibilidad de fraude’, confía el candidato del Partido Liberal, cuestionando las prácticas pasadas de su propio partido.
Nasralla también ha sido objeto de ataques por parte de otros candidatos durante la campaña. ‘Yo soy el antisistema. Los demás son todos políticos tradicionales comprometidos con la justicia, por lo que tratan de eliminarme’, explicó.
Debido a su liderazgo en las encuestas y la posibilidad de que se extienda el estado de excepción durante la jornada electoral, Nasralla no descarta que el Gobierno de Castro trate de impedir la celebración de los comicios mediante el caos o la fabricación de incidentes para atemorizar a los votantes.