El lunes, las autoridades de inmigración estadounidenses, específicamente el ICE, han procedido al arresto del ciudadano salvadoreño Kilmar Ábrego García, con el objetivo de llevar a cabo su deportación. Ábrego García, quien se ha convertido en un emblema de las políticas migratorias del gobierno de Donald Trump, enfrenta nuevamente este proceso.
Anteriormente, Ábrego García había sido deportado por error a El Salvador, pero logró volver a Estados Unidos después de que los tribunales intervinieran, siendo liberado el pasado viernes. No obstante, ha sido detenido de nuevo y puesto bajo custodia el lunes.
La secretaria de Seguridad Interior, Kristi Noem, ha confirmado su detención a través de un mensaje en la red social X, donde acusa a Ábrego García de pertenecer a la Mara Salvatrucha, de traficar con seres humanos y de cometer abusos contra niños. «El presidente Trump no va a permitir que este inmigrante ilegal (…) siga aterrorizando a los ciudadanos de Estados Unidos», afirmó Noem, sin detallar a qué país será deportado Ábrego García.
Simon Sandoval-Moshenberg, uno de sus abogados, ha informado a CNN que las autoridades estadounidenses planean deportarlo a Uganda como «venganza», «para castigarle por ejercer sus derechos constitucionales» al haber llevado su caso a los tribunales. «Hay otra opción perfectamente razonable, Costa Rica, donde su familia puede visitarle con más facilidad, pero intentan enviarle al otro lado del mundo», argumentó.










