El expresidente de Francia, Nicolas Sarkozy, ha expresado su descontento tras ser condenado a cinco años de cárcel por conspiración criminal relacionada con la financiación ilegal de su campaña mediante fondos libios, destacando que “viola todos los límites del Estado de derecho”.
“Se han violado todos los límites del Estado de derecho”, declaró Sarkozy en un artículo para ‘Le Journal du Dimanche’. “Nada justificaba dictar” esta medida cautelar, que implica su encarcelamiento inmediato, y enfatizó su sorpresa ante tal decisión.
“Es increíble. Ni siquiera en sus violentas exigencias la Fiscalía Nacional Financiera lo pidió (…). Solo existe el deseo de humillación. Si tengo que dormir en la cárcel, dormiré en la cárcel, pero jamás admitiré algo que no hice”, sostuvo el exmandatario, asegurando que no se someterá a “mentiras, conspiraciones ni insultos”.
Respecto a la posibilidad de un indulto, recordó que “para ser indultado, debes aceptar tu condena y, por lo tanto, reconocer tu culpa”. “Nunca admitiré la culpa de algo que no hice. Lucharé hasta mi último aliento para que se reconozca mi honestidad”, afirmó con determinación.
Sarkozy también mencionó que ha recibido el respaldo de varias figuras políticas, incluidos el primer ministro, Sébastien Lecornu; el ministro del Interior, Bruno Retailleau, y hasta el presidente Emmanuel Macron.
Tras su crítica, el presidente del Tribunal de Apelación de París, Jacques Boulard, ha instado a respetar el sistema judicial y ha criticado la “puesta en cuestión” de su imparcialidad. “En un Estado democrático de derecho, la crítica a una decisión judicial no puede convertirse en amenazas contra los magistrados”, señaló Boulard.
Por su parte, el Ministro de Justicia, Gérald Darmanin, ha reprobado “sin reservas” las “intimidaciones y amenazas de muerte que afectan a los magistrados”, calificándolas de “absolutamente intolerables en una democracia”, según un comunicado en X.
Debido a estos “mensajes amenazantes”, la Fiscalía de París ha iniciado dos investigaciones relacionadas con el presidente del tribunal que emitió la sentencia contra Sarkozy.