Las autoridades de Tailandia han manifestado este miércoles “no estar preparadas” para abrir un proceso de diálogo ni aceptar la “mediación de terceros” después de cuatro jornadas seguidas de choques armados con Camboya en la zona fronteriza común, una escalada bélica que ya ha provocado inquietud y críticas en distintos foros internacionales.
El portavoz del Ministerio de Exteriores, Nikorndej Balankura, ha explicado que el Ejecutivo “considerará la posibilidad de dialogar solo cuando Tailandia esté segura de que su soberanía y su integridad territorial ya no están siendo amenazadas” por Camboya, subrayando que esta es la condición previa fijada por Bangkok.
En esta línea, ha precisado que, por ahora, no se ha producido ningún contacto con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y que tampoco el primer ministro, Anutin Charnvirakul, ha hablado con él, si bien ha puntualizado que “Tailandia escuchará lo que Estados Unidos tenga que decir” sobre la crisis fronteriza.
Balankura ha recalcado que “las disputas fronterizas serán resueltas al final mediante el diálogo, pero ahora no es el momento”, antes de puntualizar que, hasta la fecha, ningún otro Estado ha intentado ejercer de mediador durante la última semana, de acuerdo con la información difundida por la emisora de radio PBS.
El jefe de Gobierno tailandés ha insistido, por su parte, en que “no habrá negociaciones con Camboya hasta que muestre una intención sincera de cumplir con el espíritu” del acuerdo de paz suscrito el pasado mes de octubre, tras la oleada de violencia registrada en verano entre ambos países.
Estas declaraciones se conocen poco después de que el propio Trump haya señalado que planea mantener conversaciones telefónicas con los dirigentes de Tailandia y Camboya para tratar de encauzar la situación, una espiral de violencia que ha provocado hasta el momento alrededor de una decena de fallecidos y cerca de medio millón de desplazados.
Trump ha indicado que estas llamadas se realizarán a lo largo de este miércoles y que su propósito es “acabar con la guerra”. Durante un mitin en Pensilvania, el mandatario estadounidense ha lamentado la reactivación de la crisis entre las dos naciones asiáticas.
Los combates se han recrudecido desde el 7 de diciembre, fecha en la que las fuerzas tailandesas lanzaron una serie de ataques contra posiciones camboyanas a lo largo de la frontera tras la muerte de un militar tailandés a manos de tropas de Camboya, una versión que ha sido desmentida por Nom Pen.
Las autoridades camboyanas han advertido de que miles de residentes en las áreas limítrofes se han visto obligados a abandonar sus hogares por el aumento de la violencia, y justifican sus operaciones militares apelando a la “autodefensa”. Ambos países ya se acusaban mutuamente de provocaciones en la línea fronteriza desde la firma del acuerdo de paz.











