El Tribunal Penal Internacional (TPI) ha determinado que Hungría ha fallado en cumplir con sus obligaciones internacionales al no llevar a cabo la detención de Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel, durante su estancia en Budapest en abril. En consecuencia, ha decidido remitir esta situación a la Asamblea de los Estados Partes, su órgano de supervisión y legislativo.
«La Sala (de Cuestiones Preliminares) concluye que Hungría incumplió sus obligaciones internacionales en virtud del Estatuto (de Roma) al no ejecutar la solicitud del tribunal de arresto provisional de Netanyahu mientras se encontraba en territorio húngaro entre el 3 y el 6 de abril, y remite el asunto (…) a la Asamblea de los Estados partes a través del presidente del tribunal (Nicolas Guillou)», indica el veredicto.
El TPI ha expresado que la derivación al órgano legislativo es crucial para asegurar que los Estados parte respeten sus compromisos con el Tribunal y evitar que se pierdan futuras oportunidades de detención en este y otros casos.
Budapest no ha ofrecido explicaciones válidas por su fallo en cumplir las obligaciones del estatuto, impidiendo al Tribunal ejercer su facultad esencial de garantizar la presencia del acusado en juicio. Además, se ha mencionado la decisión de Viktor Orbán, primer ministro de Hungría, de retirar a su país del TPI durante la visita de Netanyahu, lo cual no exime a Hungría de sus obligaciones hasta que la retirada se efectúe el 2 de junio de 2026.
Finalmente, la Sala ha reconocido que ya no es posible detener provisionalmente a Netanyahu y que futuras consultas entre el TPI y Hungría podrían ser irrelevantes dado el retiro del estatuto de Roma anunciado por Budapest. Orbán justificó su retiro del TPI alegando que se ha convertido en un «tribunal político», en presencia de Netanyahu, quien enfrenta acusaciones por crímenes de guerra y contra la humanidad relacionadas con acciones militares en la Franja de Gaza.