En Suecia, las autoridades han comenzado este martes a reubicar una destacada iglesia de madera situada en Kiruna, al norte del país, desplazándola cinco kilómetros debido al riesgo de colapso causado por la expansión de la más grande mina subterránea de hierro a nivel mundial.
La iglesia, con un ancho de 40 metros y construida en 1912 siguiendo el estilo romántico nacional, es parte de un proyecto de reubicación que incluye cerca de un tercio de la ciudad, impactando a alrededor de 6.000 habitantes y abarcando desde comercios y escuelas hasta guarderías y un hospital.
El templo, que tiene un peso superior a las 600 toneladas, se ha situado sobre un enorme trailer de 224 ruedas que avanza a menos de un kilómetro por hora. Este notable traslado comenzó este martes bajo la observación de miles de personas entre «quejas, sollozos y vítores».
Este traslado, que se estima costará cerca de 500 millones de coronas suecas (aproximadamente 45 millones de euros), ha capturado la atención de los medios en Suecia, como reporta SVT, el ente público de radiodifusión.
Kiruna, la localidad más norteña de Suecia, ha iniciado el movimiento de su centro histórico varios kilómetros hacia el este, para mitigar el incremento en el riesgo de deslizamientos y derrumbes provocados por las operaciones mineras de la compañía estatal LKAB.