Este sábado, el magistrado Alexandre de Moraes del Supremo Tribunal Federal de Brasil ha instruido a la Policía Penal del Distrito Federal de Brasilia para establecer un operativo de vigilancia alrededor de la vivienda del exmandatario Jair Bolsonaro, ante la posibilidad de que el líder ultraderechista intente fugarse.
La supervisión se circunscribe únicamente a la parte exterior de la propiedad y al cerco que la bordea, tras la decisión de la Fiscalía General de la República de no aprobar la vigilancia dentro del propio domicilio. Los efectivos tienen la consigna de documentar todas las entradas y salidas de personas y vehículos a la residencia, conforme a lo estipulado en la directiva firmada por el juez De Moraes.
Un informe reciente de la policía indica que Bolsonaro podría fácilmente «saltar el muro que separa la finca del expresidente de la continua y desplazarse en coche hasta la Embajada de Estados Unidos para pedir asilo».
Además, se ha encontrado en el móvil de Bolsonaro un documento que muestra una solicitud formal de asilo político dirigida al presidente de Argentina, Javier Milei.
Actualmente, Bolsonaro se encuentra en su hogar con una tobillera electrónica y bajo arresto domiciliario, aguardando el inicio del juicio por su presunta participación en la fallida conspiración golpista que tuvo lugar después de la victoria del actual presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, en las elecciones de 2022, programado para el 2 de septiembre.